La huella ecológica es un indicador del impacto
ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes
en los ecosistemas del planeta relacionándola con la capacidad ecológica de la
Tierra de regenerar sus recursos. Representa el área de tierra o agua
ecológicamente productivos (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos)
(e idealmente también el volumen de aire), necesarios para generar los recursos
necesarios y además para asimilar los residuos producidos por cada población
determinada de acuerdo a su modo de vida, de forma indefinida»
El cálculo de la huella ecológica
es complejo, y en algunos casos imposible, lo que constituye su principal
limitación como indicador; en cualquier caso, existen diversos métodos de
estimación a partir del análisis de los recursos que una persona consume y de
los residuos que produce. La cantidad de hectáreas utilizadas para urbanizar,
generar infraestructuras y centros de trabajo.
§
Hectáreas
necesarias para proporcionar el alimento vegetal necesario.
§
Superficie
necesaria para pastos que alimenten al ganado.
§
Superficie
marina necesaria para producir el pescado.
§
Hectáreas
de bosque necesarias para asumir el CO2 que provoca nuestro
consumo energético. En este sentido no sólo incidiría el grado de eficiencia
energética alcanzado sino también las fuentes empleadas para su obtención: a
mayor uso de energías renovables, menor huella ecológica.
El análisis Huella ecológica ha sido aplicado a varios niveles, desde la
escala global,3 hasta
el nivel hogareño.4 En
este estudio, el componente huella ecológica de Guernsey ha sido calculado y
luego usado como una herramienta para explorar la toma de decisiones. Esto ha
sido hecho considerando la huella ecológica de pasajeros de viaje, observando
datos sobre series de tiempo y el desarrollo de escenarios.
Aunque la huella ecológica aspira a ser sobre todo un indicador
cuantitativo y preciso, sus principales frutos los ha dado como marco
conceptual que permite comparar sociedades completamente dispares y evaluar su
impacto sobre el medio ambiente planetario. En una vida básicamente agraria
bien organizada y sin monocultivos extensivos, se estima que entre 1 y 2 ha son
aproximadamente el terreno necesario para atender a las necesidades de una
familia de forma autosuficiente. Por otra parte, se ha llegado a la conclusión
de que serían necesarios otros dos planetas como éste para que los 6.000
millones de seres humanos actuales pudieran vivir todos de la manera en que,
por ejemplo, vive un ciudadano francés medio, es decir, en una sociedad
industrial basada en la disponibilidad de combustibles fósiles.
Nuestra huella global ahora excede en casi un 30% la capacidad del
Planeta para regenerarse. La deforestación la escasez de agua, la decreciente
biodiversidad y el cambio climático ponen en creciente riesgo el bienestar y
desarrollo de todas las naciones. Si nuestras demandas al Planeta continúan a
este ritmo, en el 2035 necesitaremos el equivalente a dos planetas para
mantener nuestro estilo de vida.
La huella ecológica funciona a través de una medición que hace un
cálculo según los hábitos que usted tiene en su estilo de vida. Cada
comportamiento evaluado obtiene un puntaje, el cual al ser sumado con los
obtenidos en las demás preguntas genera un resultado equivalente a su huella
ecológica.
El propósito de esta
herramienta es que los seres humanos, ya sea en grupo o de manera individual,
identifiquen y corrijan aquellas acciones que no contribuyen a un estilo de
vida sostenible.
1.
Nuestra
huella global ahora excede en casi un 30% la capacidad del Planeta para
regenerarse
2.
La
deforestación, la escasez de agua, la decreciente biodiversidad y el cambio
climático ponen en creciente riesgo el bienestar y desarrollo de todas las
naciones
3.
Si
nuestras demandas al Planeta continúan a este ritmo, en el 2035 necesitaremos
el equivalente a dos planetas para mantener nuestro estilo de vida.